A través de un altar con mensajes de amor, globos y flores blancas, la comunidad de Mount Hope honra la vida del pequeño Gioser Luis Féliz, residente de El Bronx asesinado en la República Dominicana el miércoles pasado.
Sergio Luis Féliz, padre del menor cunta lo que vivió en los momentos previos al fatal desenlace:
“Desde el aeropuerto porque nosotros pasamos el peaje y se nos metieron adelante para que uno se echara a un lado y nosotros no nos paramos y seguimos y ...nos pegan un tiro. Yo lo vi, y cuando miré para atrás, vi toda la sangre”.
Las autoridades de la República Dominicana investigan el homicidio del menor de 9 años, quién acababa de aterrizar en la isla con su padre Sergio Luis Féliz, de 32 años, y la pareja sentimental de este, para lo que sería una semana de vacaciones.
De acuerdo con la policía de ese país, luego de salir del aeropuerto, varios hombres siguieron desde un Hyundai a la pareja y al niño, quienes iban en un carro alquilado. Intentaron interceptarlos y cuando no pararon, comenzaron a dispararles. El niño recibió una bala en la cabeza, causandole la muerte al llegar al hospital.
Por el momento, seis personas han sido arrestadas y varias personas más están siendo interrogadas, mientras que las autoridades investigan las
causas que llevaron al tiroteo.
De acuerdo a la policía dominicana, las primeras cinco personas aprehendidas admitieron su participación en el crimen, y todos son residentes de Santiago de los Caballeros.
También se estableció que dos de las personas capturadas, conocen al papá del niño. Incluso vecinos del sector nos confirmaron que la sexta persona arrestada, llamado Tomás Peña Morel o ‘Tomacito’, era muy cercano al padre del menor.
Aracelly Vélez, vecina del sector explica:
“Mi amigo me dice, fíjate que iba siguiendo a él en el carro y le han matado al niño. Y yo le digo, ‘¿pero ¿quién, quién?’, ‘El de las muchas prendas’..
Y yo dije: ‘Ay sí es mi amigo. Ay sí, qué dolor. Y más dolor es que es el amigo de él.”
Por otra parte, Luis Pelegrín, vecino del sector recuerda: “Siempre que su padre lo traía aquí, jugaba con todos nosotros, un niño hermoso de corazón, pero lamentable el caso, sucedió eso. Yo soy padre de familia y eso es un abuso, ¿cómo van a atendar contra la vida de un niño? Los niños debieran de ser sagrados”.
“Me sorprendí, me sorprendí. Primero lo vi por noticias de Santo Domingo. Después me doy cuenta que es aquí mismo, al doblar la esquina de mi casa”, termina diciendo Renzo Fernández, vecino de la familia del niño en El Bronx.