Este día inició la producción del pan de muerto, por eso Ernesto Martínez llega temprano a la panadería Don Paco López para empezar a preparar la masa. Pero este año este pan tendrá un sentido muy especial.
"Es muy diferente para mí, en lo emocional, sentimental, ya que este año por esta enfermedad perdí a mi madre y a mi hermana...Y con muchas ganas le voy a dar al trabajo porque yo sé que este trabajo me lo enseñó mi madre por eso sigo adelante", contó Ernesto.
Y es que en mayo pasado le avisaron a este panadero que su madre y hermana fallecieron a causa del coronavirus en México.
Ernesto no pudo viajar a despedirse, por eso ora en solitario, para darse fuerza antes de subir a hacer el pan.
"Y me resigné, y lo más duro para mí es que no voy a volver a ver a mi madre, ni a mi hermana".
Ernesto platica con Don Nacho todos los ingredientes especiales de este pan.
Este año quiere tener listo las mejores hojaldras porque sabe que para muchos mexicanos en la ciudad que han perdido familiares por el coronavirus, este pan les ayuda a tener esa conexión con sus seres queridos.
"Pues para mí es una tradición hacer este pan que se hace cada año para recordar a nuestros difuntos...Según la religión cuenta que ellos vienen y hay que tratarlos como si estuvieran vivos y hay que darles calidad", explicó Ernesto.
Y pone mucho detalle en las tiras decorativas. Ernesto sabe que en la tradición mexicana simbolizan los huesos del difunto. Hoy él no sólo trabaja junto a Don nacho, también siente la presencia de su madre y hermana.
"A la vez me acuerdo de ellos porque yo trabajé con ellos en mi casa porque nosotros también teníamos panadería".
Ahora Erenesto tiene un sólo propósito en mente: volver a México para disfrutar a su familia que aun le queda.
"Yo quiero hacer el dinero que se pueda, lo más pronto que se pueda e irme a mi país y poner mi propia panadería, mi empresa, y estar con ellos para ya nunca dejarlos solos", agregó Ernesto.
Al final, después de horas de arduo trabajo, las hojaldras salen esponjadas del horno, listas para llegar a la ofrenda de muchos mexicanos en Brooklyn, una ofrenda que este año será muy diferente debido al coronavirus.
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