Todos los miércoles, la organización La Colmena distribuye alrededor de cien bolsas de comida a los residentes más necesitados de Staten Island, Claudia Cruz es una residente del condado que se beneficia de ello.

“Me ayuda mucho económicamente, porque no nos hace falta comida en la mesa, gracias a Dios y a ellos que nos ayudan”, dice

La Colmena es una organización sin fines de lucro que aboga por los derechos de los inmigrantes desde 2014.

Aparte de la distribución de comida y ropa, también ofrece gratis clases de inglés y de carpintería, el curso de formación en seguridad industrial, conocido como OSHA, y asistencia laboral, entre otros servicios.

“Para asegurarnos que el trabajador inmigrante pueda levantar su voz y decir que eso es lo que nuestra comunidad necesita para que nosotros podamos seguir adelante y apoyar aquí a esa comunidad”, asegura Yesenia Mata, directora de La Colmena.

Sin embargo, la llegada a Staten Island de cientos de nuevos inmigrantes desde Centroamérica y Sudamérica ha agotado algunos de los recursos disponibles en esta organización.

Y es que más de 21,000 inmigrantes han llegado a la ciudad de Nueva York en busca de asilo, según datos de la alcaldía.

Esto ha creado una gran demanda por servicios que favorecen a los recién llegados.

Yesenia Mata, nos dijo que ya los cupos para las clases de OSHA, el entrenamiento de formación en seguridad industrial, requerido para ser concentrado para trabajos de construcción, están agotados hasta junio del próximo año.

Y que además tienen una lista de espera de más de 300 personas que quieren tomar este curso.

Yesenia enfatizó que el gobierno de la ciudad los ha ayudado, pero que ahora necesitan fondos estatales y federales para continuar.

“Pero ahora se necesita ayuda federal, se necesita ayuda estatal para que aporten a la ciudad de Nueva York para que podamos avanzar porque, como dije esto es una crisis humanitaria”, indica Yesenia Mata.

Agregó que los cupos para la clase de inglés también se han agotado hasta el año que viene.

Nosotros enviamos un correo electrónico a la oficina de la gobernadora Kathy Hochul, para saber su opinión al respecto, pero aún no hemos obtenido respuesta.