Cómo un gran líder, no solo de Washington Heights sino también de la República Dominicana.

Así describieron al recordado activista dominicano, Juan M. Díaz, momentos antes de develar el letrero, en la esquina de la calle 157 Oeste y Broadway que, a partir de este sábado, llevará su nombre.

Juan M. Díaz

Fue una emotiva ceremonia, pues desde ciudades como Houston y Washington D.C. se llegaron al evento sus hijas Quisqueya y Melba de 93 y 86 años respectivamente, como también algunos nietos y bisnietos para honrar la memoria de este líder social y político quien luchó contra la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.

Melba Díaz, hija de Juan M. Díaz explica:

“Mi papá siempre nos habló de la lucha y conocimos a tantos que lucharon”. “Es un honor, estoy muy emocionada”, agrega.

“Siempre con mi padre hablaba y él nos daba cátedra sobre todo el asunto de la República Dominicana”, dice Quisqueya Palacios, es otra hija de Juan M. Díaz.

Díaz nació en 1903, en una finca pequeña de Monte Cristi en la República Dominicana y a los 19 años emigró a Estados Unidos, luego de servir como intérprete de inglés y español para las tropas estadounidenses durante la ocupación de Estados Unidos en la isla caribeña.

Juan M. Díaz 2

Durante la dictadura de Trujillo, brindó apoyo a sus compatriotas, con acciones que incluyeron la publicación del periódico Patria.

El concejal de Washington Heights, Shaun Abreu, destacó el liderazgo de Díaz, explicando que construyó un camino para que muchos dominicanos pudieran llegar a Nueva York y tener una mejor vida.

“Cuando cayó Trujillo, él fue muchas de las razones por el cual llegaron muchos dominicanos hacia nuestra tierra y tenemos que darle el valor y darle sus flores, aunque no esté con nosotros, yo entiendo como dominicano americano que fue por trabajos de Juan Díaz que mi papá pudo estar aquí, por la razón que yo podría vivir aquí también y ser el concejal de este distrito”, recuerda Abreu.

Alex Palacios, nieto de Juan M. Díaz nos habla de él:  

"Siempre tenía en mente las necesidades de la gente pobre siempre, siempre. Yo recuerdo muchas veces que él no le gustaba cuando una persona estaba con hambre, estaba necesitando ropa, siempre trataba de hacer algo para ayudar y tenía un corazón muy grande".

Y aunque Juan María Díaz haya partido desde hace 20 años, su legado vivirá siempre, no solo en esta esquina, sino en los corazones de los dominicanos y latinos de Washington Heights.