Con la voz entrecortada y sin poder contener las lágrimas, el ecuatoriano Rafael Mancero únicamente trajo consigo el recuerdo de sus hijos y de su familia.

Pasó una travesía de 6 meses para llegar a EE. UU., arribó el sábado a NY y le tocó dormir en la acera del hotel Roosevelt en Manhattan.

-       "Yo vengo en busca de un sueño, para mis hijos",

-       ¿Cuántos hijos tiene?

-       "Tres".

-        ¿Se quedaron allá?

-       "Si", responde Mancero.

"A mí me ha tocado vivir secuestros, me ha tocado vivir de todo en México, he trabajado de ciudad en ciudad y he logrado cruzar la frontera. Es duro, duro. Pero llego acá y me encuentro que no dan vivienda a personas solitarias", dice.

La situación de él, la están viviendo cientos de inmigrantes solteros, pues de acuerdo con el alcalde la prioridad es para las familias, además dijo que las personas adultas solteras, serán puestas en albergues, únicamente por un lapso de 60 días.

"En las afueras de este hotel, conseguir una habitación está muy difícil, pero la esperanzas no decaen y hacen fila para poder ser procesados y enviados a algún albergue".

Sthephany Medina y su esposo llegaron también el sábado y sí lograron ser atendidos, pero también pasaron la noche en la calle.

"A nosotros que somos pareja sin nos dijeron que, si podíamos ingresar, nos dieron ya las manillas, para poder entrar, esta te la ponen a la hora que llegas, dos y doce, esta cuando ya tienen el proceso más adelantado, a las familias les dan más prioridad por los niños", explica esta inmigrante venezolana.

Según anunció el alcalde hace varios días, la ciudad ya no tiene espacio para albergar a más personas y familias inmigrantes.

Carla Molina llego a NY con sus 3 hijos y su esposo, llenos de sueños e ilusiones, ellos fueron hospedados en el hotel Roosevelt hace un mes.

Jarvis Rivero, es otro  inmigrante venezolano y nos cuenta:

"Acá en el hotel este nos recibieron acá, pero bien gracias a Dios, (ella) en realidad no veníamos para acá pero aquí nos recibieron, n las leyes que cambiaron nos tocó llegar aquí, donde nos recibieron bien, ya estamos trabajando".

"Estamos en el país de los sueños. O sea el que no cumple sus sueños y el que no quiera trabajar aquí es porque no quiere. El verdadero sueño es el que uno lucha también ¿no?, se pregunta Molina".

De acuerdo con los datos de la ciudad, más de 93 mil inmigrantes han sido atendidos desde que comenzó este flujo de personas buscando asilo en la ciudad de NY. Ahora bien, para muchos recién llegados, el futuro es aún incierto.