Tres soldados estadounidenses murieron y 25 resultaron heridos el domingo en un ataque con drones en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria, informaron las fuerzas militares de Estados Unidos.

El presidente Joe Biden atribuyó a milicias respaldadas por Irán las primeras fatalidades estadounidenses en meses de ataques contra fuerzas de Estados Unidos en Oriente Medio por parte de milicias respaldadas por Irán, en medio de la guerra entre Israel y Hamás

Ante un conflicto que ha incrementado el riesgo de una escalada militar, funcionarios estadounidenses siguen trabajando para identificar de manera concluyente al grupo preciso responsable del ataque, pero han evaluado que el culpable es uno de varios grupos respaldados por Irán.

Biden subrayó que Estados Unidos "hará que todos los responsables rindan cuentas en el momento y de la manera que nosotros elijamos". El secretario de defensa Lloyd Austin advirtió que "tomaremos todas las acciones necesarias para defender a Estados Unidos, nuestras tropas y nuestros intereses".

Los combatientes respaldados por Irán en el este de Siria comenzaron a evacuar sus puestos por temor a ataques aéreos estadounidenses, según Omar Abu Layla, un activista radicado en Europa que dirige el medio de comunicación Deir Ezzor 24. Le dijo a The Associated Press que las áreas son los bastiones de Mayadeen y Boukamal.

According to a U.S. official, the number of troops in the attack by the one-way attack drone rose to at least 34. The official, who spoke on condition of anonymity to discuss details not made public, said a large drone struck the base, which two other American officials identified as an installation in Jordan known as Tower 22. It is along the Syrian border and is used largely by troops involved in the advise-and-assist mission for Jordanian forces.

De acuerdo con un funcionario estadounidense, el número de soldados heridos en el ataque de un dron unidireccional aumentó a 34. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir detalles que no se hicieron públicos, dijo que un gran dron golpeó la base, que otros dos funcionarios estadounidenses identificaron como una instalación en Jordania conocida como Torre 22. Se encuentra a lo largo de la frontera con Siria y se utiliza principalmente por tropas involucradas en la misión de asesoramiento y asistencia a las fuerzas jordanas.

La pequeña instalación, que Jordania no divulga públicamente, incluye tropas de ingeniería, aviación, logística y seguridad estadounidenses.

La base militar estadounidense en al-Tanf en Siria está a sólo 20 kilómetros (12 millas) al norte de la Torre 22. La instalación jordana proporciona un centro logístico crítico para las fuerzas estadounidenses en Siria, incluidas las de al-Tanf, que está cerca de la intersección de las fronteras de Irak, Siria y Jordania.

La televisión estatal jordana citó a Muhannad Mubaidin, un portavoz del gobierno, insistiendo en que el ataque ocurrió fuera del reino, al otro lado de la frontera con Siria. Pero las autoridades estadounidenses insistieron en que el ataque se registró en Jordania.

Las tropas estadounidenses han utilizado durante mucho tiempo a Jordania —un reino que tiene frontera con Irak, Israel, el territorio palestino de Cisjordania, Arabia Saudí y Siria— como punto de base. El Comando Central de Estados Unidos indicó que 25 miembros del servicio resultaron heridos en el ataque además de los tres muertos.

Alrededor de 3.000 soldados estadounidenses suelen estar estacionados en Jordania.

Desde que inició la guerra de Israel contra Hamás el 7 de octubre en la Franja de Gaza, las bases militares de Estados Unidos en Irak y Siria han sufrido ataques con drones y misiles. El ataque del domingo representa el primer atentado contra tropas estadounidenses en Jordania durante la guerra entre Israel y Hamás y es el primero que cobra vidas de estadounidenses. Otros ataques han herido gravemente a personal militar de Estados Unidos, incluso algunos en que han causado lesiones cerebrales traumáticas.

Las milicias han dicho que sus ataques son una represalia por el apoyo de Washington a Israel en la guerra en Gaza y también han señalado que pretenden expulsar a las fuerzas estadounidenses de la región.

En los últimos meses, Estados Unidos ha atacado objetivos en Irak, Siria y Yemen para responder a los atentados contra las fuerzas estadounidenses en la región y para disuadir a los rebeldes hutíes respaldados por Irán de seguir amenazando el transporte marítimo comercial en el Mar Rojo.

Biden se hallaba en Columbia, Carolina del Sur el domingo por la mañana al momento de ser informado sobre el ataque por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y el viceasesor principal de seguridad nacional, Jon Finer, afirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Se espera que se reúna nuevamente con su equipo de seguridad nacional más tarde el domingo.

Siria aún se encuentra en medio de una guerra civil y durante mucho tiempo ha sido una plataforma de lanzamiento para las fuerzas respaldadas por Irán allí, entre ellas la milicia libanesa Hezbollah. Irak también tiene operando allí múltiples milicias chiíes apoyadas por Irán.

Jordania, un firme aliado occidental y una potencia crucial en Jerusalén por su supervisión de los lugares sagrados allí, es sospechada de lanzar bombardeos en Siria para desarticular redes del narcotráfico, incluido un ataque en que murieron nueve personas a principios de este mes.