Entrenador peruano funda una academia de futbol para jóvenes latinos

Guillermo Andrade comienza a entrenar su equipo, Peruvian American Soccer, que forma parte de una academia de futbol.

"Lo primero que aprenden es a jugar el futbol le tratamos de dar lo que es la fundamentación hacen actividad física porque esto es una actividad física socializan porque hacen amistades", explica Andrade.

Guillermo viene de una familia deportiva.   

Su papá fue futbolista de la Asociación Deportiva Tarma, equipo de la primer división en Perú. Él se graduó de director técnico.

Y hace 18 años emigró a Nueva York con su esposa y pronto se dio cuenta que en Flushing no había una escuela de fútbol para niños.   

Así que decidió entrenar a su hijo y sus sobrinos. Ahora tiene más de 60 niños en su academia.    

"Educamos a través del futbol, educativos que tenemos que respetar al rival educamos que tenemos que educar a las autoridades los organizadores al referee", detalla el entrenador peruano. 

Todos sus jugadores son hispanos nacidos en Nueva York. 

Los padres pagan $70 dólares mensuales para que sus hijos practiquen el futbol.

Según Guillermo, el 70% de los niños que se han graduado de su academia han sido becados a través del deporte.  

"Que aman el fútbol y los papas también que aman el futbol hacerle de que a sus hijos le están dando una oportunidad de ser profesionales en esta vida. Tal vez, no ser un jugador profesional, pero sí un jugador que haya jugado por la universidad y que se hayan graduado", referencia Andrade.

En esta cancha los niños entrenan dos días a la semana durante dos hora cada práctica. Muchos tienen el sueño de algún día jugar profesionalmente. 

Kevin Pallazhco de padres ecuatorianos, lleva tres años en el equipo pero ya se ve en el futuro jugando para el Barcelona de Ecuador: "Él me ha enseñado, desde cuando tenía 12 años, que nunca pares de jugar; que siempre juegas, pero primero es el estudio... como siempre".

Guillermo quiere seguir ayudando a sus alumnos a conseguir una beca universitaria.

Aunque algún día le gustaría retomar su sueño: ser técnico de un equipo profesional en Perú.