Carlos Alcaraz superó a Novak Djokovic 6-2, 6-2, 7-6 (4) en la final masculina de Wimbledon el domingo para conseguir su cuarto título de Grand Slam a los 21 años.

Fue una revancha de la final del año pasado en el torneo de césped en el All England Club, que el español ganó en cinco sets.

En esta ocasión —frente una afición en la cancha que incluyó a la Princesa de Gales Kate, quien tuvo una inusual aparición en público desde que anunció que tenía cáncer— fue más fácil para Alcaraz, al menos hasta que trastabilló con tres puntos para partido sacando para el triunfo 5-4 en el tercer set.

Pero Alcaraz se reorganizó y eventualmente consiguió su segundo título en un major consecutivo después de que el mes pasado ganó el Abierto de Francia en arcilla.

El español ganó su primer título de Grand Slam en el U.S. Open 2022 cuando era adolescente y ningún otro tenista ha sumado tantos trofeos en un major antes de cumplir de 22 años.

Además mejoró a una marca de 4-0 en finales de Grand Slam.

Djokovic, de 37 años y portando una manga gris en su reparada rodilla derecha, no logra sumar su octavo título en Wimbledon e incrementar su total a 25 campeonatos en un major.

El serbio sufrió un desgarro en el menisco de la rodilla derecha el 3 de junio en Roland Garros y dos días después se sometió a una operación en París.

Menos de seis semanas después, Djokovic estuvo lejos de sus mejores actuaciones —y ciertamente Alcaraz tuvo un poco de culpa en esto.

Fue justo cuando Alcaraz estaba al borde de la victoria que las cosas se pusieron interesantes y algunos aficionados comenzaron a gritarle "¡Nole! ¡Nole!" a Djokovic, mientras que otros respondieron coreando "¡Vamos Carlos! ¡Vamos!"

Alcaraz estaba arriba 5-4 y 40-0 en el tercer set cuando trastabilló un poco. Dejó escapar su primer punto para partido con una doble falta y que llevó a cinco errores consecutivos para ceder puntos —y un game— a Djokovic. Fue un revés que salió mal. Una volea de derecha. Otro derechazo. Uno más. Esa fue la única ocasión durante todo el partido que Djokovic quebró a Alcaraz.

De pronto el set quedó igualado a 5. De pronto, Alcaraz se veía nervioso. De pronto, Djokovic tuvo esperanza.

Pero en el subsecuente desempate, Alcaraz consiguió su cuarto punto para partido y mantuvo la calma. Pronto estaba escalando hacia las gradas para abrazar a su entrenador Juan Carlos Ferrero y otros asistentes.

Casi dos horas y media antes, el primer game parecía vaticinar un encuentro de ida y vuelta —uno tan largo que quizá llegó a preocupar a algunos asistentes si tendrían suficiente tiempo para llegar a un pub o a su casa para ver la final de la Eurocopa entre Inglaterra y España más tarde. Por supuesto, Alcaraz también está interesado.

Ese game consistió de siete deuces y 20 puntos a lo largo de 14 minutos en los que ambos tenistas tuvieron momentos brillantes. Sprints, deslices y estiramientos para defender de Djokovic. Retornos ganadores de Alcaraz. Alcaraz aprovechó su quinto punto de quiebre al responder a un saque de 125 kilómetros por hora que llevó a un derechazo abierto de Djokovic.

Esto resultó ser el punto más competitivo del encuentro, hasta el tercer set.

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