La venezolana Tina Ramírez, fundadora y directora artística de Ballet Hispánico, ha fallecido a los 93 años, informó hoy la organización.

Ramírez, hija de un torero mexicano y de una activista de origen puertorriqueño, murió el pasado martes rodeada de su familia en su hogar, pero no fue hasta hoy que se dio a conocer a través de un comunicado de prensa.

"El Ballet Hispánico lamenta la pérdida de nuestra querida fundadora, Tina Ramírez. Una mujer incansable y brillante, deja un rico legado de llevar la danza, la conexión cultural y la transformación a estudiantes y comunidades de todo el mundo", señaló el Ballet en un mensaje en redes sociales.

 

La bailarina, descrita como una "visionaria" e "innovadora", y que llegó a Nueva York con su familia cuando tenía unos seis años, fundó el Ballet Hispánico en 1970 y se desempeñó como su directora artística hasta el 2009.

Bajo su dirección, más de 45 coreógrafos crearon obras para la compañía, muchos de talla internacional y otros en las primeras etapas de su carrera, incluidos Talley Beatty, considerado uno de los mejores coreógrafos afroamericanos, el español Ramón Oller, ganador de innumerables premios, la boliviana María Rivera y el estadounidense William Whitener, también bailarín, educador y director, entre muchos otros.

"Estoy desconsolado por la noticia del fallecimiento de Tina. Su legado sigue vivo no solo en el extraordinario regalo que dejó al mundo, sino en todas y cada una de las personas, niños, artistas y familiares a los que tocó e inspiró", indicó en el comunicado Eduardo Vilaró, el director artístico y director ejecutivo del grupo de baile, que sustituyó a Ramírez.

Desde sus inicios, Ballet Hispánico se centró en proporcionar un refugio para jóvenes y familias que buscaban un lugar artístico y un santuario cultural, destaca el comunicado.

Indica además que al proporcionar el espacio para que florecieran la danza y los bailarines latinos, la compañía de baile elevó a los artistas emergentes y a los activos que estaban marginados.

Durante más de cincuenta años, el Ballet Hispánico ha sido un catalizador del cambio social y actualmente es la organización cultural latina más grande de Estados Unidos y uno de los tesoros culturales del país, destaca además el comunicado.

Hoy, su sede en Nueva York alberga una escuela de danza y modernos estudios de danza para sus programas y la comunidad artística.

Ramírez, que estudió ballet, danza moderna y baile español, recibió innumerables reconocimientos, entre ellos, en 2005, la Medalla Nacional de las Artes, el honor cultural más alto de la nación, por su contribuciones al campo de la danza, y en 2018 la escuela Juilliard, en el Lincoln Center, le otorgó el grado honorífico de doctora en bellas artes.

"Ramírez fue una artista y activista que fundó el Ballet Hispánico para abordar las desigualdades estructurales en las artes. Desde el momento en que la conocí hace casi veinte años, supe que quería ser parte del movimiento artístico que ella estaba creando con pasión", indicó por su partela presidenta de la junta, Kate Lear.

Lear recordó a Ramírez como una mujer "feroz, brillante, autentica" que deja "un rico legado de llevar la danza, la conexión cultural y la transformación a los estudiantes y las comunidades de todo el mundo”.

Con información de EFE.